El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, inició este jueves una gira de consulados en Dallas, Texas, para fortalecer la protección de los connacionales en Estados Unidos.
Esta acción responde a la instrucción de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ante la próxima llegada del presidente electo, Donald Trump, a la Casa Blanca el 20 de enero.
De la Fuente se reunirá con los 11 cónsules de México en Texas y la cónsul en Oklahoma para coordinar esfuerzos frente a posibles deportaciones masivas. Durante su visita, el canciller también supervisará el Programa de Asistencia Jurídica a Personas Mexicanas (PALE), que ofrece apoyo en asuntos migratorios, civiles, penales y familiares.
Entre sus actividades, destaca una visita al Centro de Procesamiento del ICE en Dallas, para verificar las condiciones y derechos de los mexicanos en proceso de retorno. Además, sostendrá encuentros con mujeres empresarias, líderes de organizaciones civiles y directivos de empresas mexicanas en la región.
La presidenta Sheinbaum anunció que buscará un acuerdo con la administración Trump para garantizar que las deportaciones masivas sean directas a los países de origen de los migrantes, evitando que México sea intermediario.
“Somos solidarios con todos, pero nuestra prioridad es recibir a las y los mexicanos”, afirmó Sheinbaum. También destacó la colaboración previa con la administración de Joe Biden en el retorno de migrantes de ciertas nacionalidades, una práctica que espera replicar con Trump.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, coordinará con los gobernadores de los estados fronterizos del norte de México una estrategia integral para la recepción de connacionales.
Con casi 12 millones de mexicanos de primera generación viviendo en Estados Unidos, las remesas representan el 4% de la economía mexicana.
Las deportaciones masivas no solo preocupan a México, sino que analistas advierten que también podrían afectar a la economía estadounidense, provocando una posible recesión e incremento en la inflación.