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Este viernes, la Casa Blamca anunció que solo los periodistas acreditados al recinto podrán acceder a los despachos de comunicación de la oficina presidencial, con una cita previa de cara a limitar que los medios puedan tener acceso a “información sensible”.
A través de un memo publicado por el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) explica que se prohíbe el acceso a los titulares de acreditaciones de prensa de la Casa Blanca a la Sala 140 del Ala Oeste, conocida también como la “sala de prensa superior”, si no se tiene cita previa.
En esta sala trabajan los principales responsables de comunicación de la Casa Blanca, como el director de comunicaciones, Steven Cheung, y la portavoz, Karoline Leavitt. Es habitual que los periodistas se acerquen a la sala para tratar de charlar directamente con estos funcionarios.
El argumento del NSC es que “el personal de comunicaciones de la Casa Blanca maneja habitualmente información sensible”; se subraya que los periodistas podrán continuar interactuando con los asesores de prensa de la Casa Blanca en la “sala de prensa inferior” de la Oficina Presidencial.
“Algunos reporteros han sido sorprendidos grabando en secreto video y audio de nuestras oficinas, además de tomar fotografías de información confidencial, sin autorización. Algunos reporteros han ingresado a áreas restringidas (nuestras oficinas se encuentran a pocos metros del Despacho Oval)”, escribió hoy en la red social X el propio Steven Cheung para argumentar la medida.
Con una amplia experiencia en comunicación política y que fue jefe de comunicación para la campaña de Trump en los comicios presidenciales de 2024, Cheung aseguró también que algunos periodistas fueron sorprendidos escuchando reuniones privadas a puerta cerrada a escondidas y que “los secretarios del Gabinete suelen venir a nuestra oficina para reuniones privadas, solo para ser abordados por reporteros que esperan afuera”.
Por su parte, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca rechazó la medida en un comunicado, asegurando que “limitar el acceso de los periodistas afecta la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno”.