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El viernes pasado se detectó un ciberataque a gran escala en la ciudad de St. Paul, Minnesota que ha obligado a declarar este martes un estado de emergencia local y el cierre completo de sus sistemas informáticos. El incidente provocó la intervención de agencias estatales, federales e incluso la activación de la Guardia Nacional.
El gobernador del estado, Tim Walz, confirmó el martes que la ciudad solicitó el apoyo de la Guardia Nacional de Minnesota, ya que la magnitud del ataque “superó la capacidad de respuesta local”, tratándose un incidente complejo y en curso.
El alcalde Melvin Carter afirmó durante una conferencia de prensa que se trató de un ataque “deliberado y coordinado” por parte de un agente sofisticado.
“No fue un error ni una falla del sistema, fue un acto delictivo contra nuestra infraestructura digital”, señaló.
Por ahora, la ciudad contrató a dos empresas especializadas en ciberseguridad, activó su centro de operaciones de emergencia y cerró todos los sistemas de información como medida preventiva. Aunque el 911 sigue funcionando con normalidad, otros servicios municipales se han visto afectados.
Algunos de los efectos visibles del ataque es la pérdida de Wi-Fi en edificios públicos, la suspensión del acceso a aplicaciones internas y problemas en las bibliotecas. El director de Tecnología y Comunicaciones, Jaime Wascalus, afirmó que “el incidente sigue activo” y se evalúa en tiempo real.
El FBI encabeza la investigación en conjunto con otras agencias de seguridad, mientras los servicios municipales podrían enfrentar retrasos o interrupciones temporales.