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El sector pecuario mexicano encendió las alarmas este miércoles tras el cierre temporal de la frontera con Estados Unidos para la exportación de bovinos, debido a la detección de casos de gusano barrenador, una plaga de alto riesgo sanitario.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) alertó que esta medida ha generado demoras en los procesos de inspección, mientras que los nuevos controles sanitarios están provocando retrasos por falta de personal, especialmente en los Puntos de Verificación e Inspección Federal (PVIF).
“Ganaderos exigen una pronta respuesta de las autoridades para evitar pérdidas económicas y salvaguardar el bienestar animal”, señala el informe semanal del GCMA.
Brote sanitario en el sur de México
La Organización Mundial de Sanidad Animal reportó hasta el 29 de abril 563 casos de gusano barrenador, principalmente en la zona sur del país. México ha respondido con la implementación de 17 puntos de inspección y prevé abrir uno nuevo en Pedregal, Veracruz.
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno refuerza la vigilancia sanitaria con apoyo de la Secretaría de Agricultura de EE.UU., y aunque consideró “difícil” un cierre fronterizo permanente, admitió la gravedad del problema.
Aunque el sacrificio de ganado en EE.UU. se mantiene estable con 559,000 cabezas la última semana, es un 10 % menor al año pasado. Productores mexicanos advierten que los retrasos han afectado la calidad y el peso del ganado, lo cual podría traducirse en pérdidas millonarias para la industria cárnica nacional.
EFE