Imagen vía web Visit Jalisco
A treinta minutos de la playa de Puerto Melaque, se encuentra uno de los municipios costeros más importantes de Jalisco que inspiró a uno de los escritores mexicanos para escribir y ambientar uno de sus libros. Este municipio no solo ofrece paisajes impresionantes, sino también un profundo legado prehispánico.
El cerro Altilte: memoria tallada en piedra
La Huerta, Jalisco es un municipio que tiene una gran historia que datan de épocas prehispánicas, con petroglifos de 900 años grabados en el cerro Altilte, que además cuenta con tumbas de tiro y decenas de cementerios que no han sido estudiados como los de Teuchitlán.
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Los grabados más populares y accesibles para los visitantes son los que se encuentran en la parte media del cerro y representan varios temas, como rituales para atraer agua, costumbres de la época y fauna; incluso la “desaparición” de familias enteras a causa de epidemias.

Imagen vía web Gobierno de Jalisco| La Huerta
Una parada en la antigua ruta de la sal
En la época prehispánica, La Huerta fue una pieza clave en lo que los grabados llaman “la ruta de la sal”, una antigua red comercial y ceremonial que recorría varias regiones del occidente mexicano. El cerro Altilte funcionaba como un punto intermedio dentro de esta ruta, y en los alrededores del valle se establecieron diversos grupos humanos, cada uno con costumbres y formas de vida propias, adaptadas al entorno montañoso y costero.
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Hoy, La Huerta sigue siendo un testimonio vivo del pasado, con paisajes cargados de simbolismo y vestigios arqueológicos que aún guardan muchos secretos por descubrir.