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El trabajo conjunto entre las Fuerzas Armadas de México y Estados Unidos, en coordinación con autoridades civiles de ambos países, ha rendido frutos importantes en materia de seguridad fronteriza. De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Interna (DHS) estadounidense, en los últimos 90 días se registró una disminución del 97 % en los cruces ilegales en la frontera común, así como una caída del 70 % en el aseguramiento de fentanilo.
En total, se incautaron más de 9.000 kilos de drogas como fentanilo, heroína y metanfetamina, lo que representa una reducción del 45 % respecto al mismo periodo del año anterior. Además, las autoridades reportaron un aumento del 59 % en el decomiso de municiones y piezas de armas.
Estos resultados fueron discutidos durante una videollamada entre Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Defensa de México, y el comandante del Comando Norte de EE.UU., Gregory M. Guillot. Ambos reafirmaron su compromiso de mantener una relación bilateral militar basada en respeto, cooperación y soberanía.
Sin embargo, la colaboración se da en un contexto de tensión. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, exigió a Washington una explicación sobre la nueva base militar estadounidense que Donald Trump planea instalar en la frontera. Según Sheinbaum, la medida se relaciona con el endurecimiento de la política migratoria de Trump, quien además presionó a México para desplegar 10.000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera, a cambio de suspender aranceles del 25 %.
El gobierno mexicano ha enviado una nota diplomática solicitando claridad sobre los objetivos y alcance de esta instalación militar, que podría alterar el equilibrio de cooperación establecido desde la firma del T-MEC.
EFE