Imagen vía X Gavin Newsom
En ausencia del presidente estadounidense, Donald Trump, en la COP30, el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, tomó la palabra este martes en Belém, Brasil, para defender la lucha contra el cambio climático y lanzar una dura crítica a su rival político.
Bajo el mandato de Trump, Estados Unidos, la mayor economía del mundo y segundo emisor global de gases de efecto invernadero, se ausentó por primera vez de una conferencia climática internacional, marcando un retroceso en la política ambiental del país.
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Contrario a los consensos científicos, Trump ha calificado el cambio climático como “la mayor estafa de la historia”, promoviendo además la explotación de combustibles fósiles y desmantelando medidas de transición energética.
Desde Belém, Newsom expresó que los demócratas buscarán reintegrar a Estados Unidos al Acuerdo de París, del cual Trump retiró al país por segunda vez en enero pasado.
“Es un compromiso moral y una necesidad económica. Es una abominación que se haya retirado dos veces del acuerdo”, afirmó Newsom.
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El gobernador destacó que California obtiene actualmente dos tercios de su electricidad de fuentes renovables y subrayó que los estados pueden seguir avanzando en materia ambiental aun sin el respaldo del gobierno federal.
“Trump ha renunciado a su papel en la escena internacional, es realmente asombroso”, añadió Newsom, acompañado por la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, quien también promueve la reducción de emisiones en su estado.
A pesar de la retirada del gobierno federal, diversos estados y ciudades estadounidenses continúan liderando políticas verdes, gracias a su autonomía en materia energética, construcción y transporte. Expertos afirman que si estas acciones se mantienen, y EE.UU. elige en 2028 un presidente favorable al clima, el país podría reducir sus emisiones hasta en un 66% para 2050, acercándose a los compromisos de la era Biden.
Mientras tanto, el gobierno republicano sigue impulsando leyes que recortan fondos para energías limpias y obstaculizan proyectos eólicos, reflejando la profunda división ambiental en el país.