Foto: EFE
La política arancelaria del presidente Donald Trump ha comenzado a generar descontento dentro de su propio partido. Figuras clave del Partido Republicano, incluidas algunas leales a su proyecto político, se han sumado a las críticas contra los nuevos aranceles globales que ya están afectando a los mercados.
Senadores como Rand Paul (Kentucky) y Ron Thillis (Carolina del Norte) han expresado abiertamente su rechazo. Paul, incluso, calificó la medida como posiblemente inconstitucional y afirmó que “los aranceles no castigan a gobiernos extranjeros, sino a las familias estadounidenses”. El exlíder republicano del Senado, Mitch McConnell, coincidió al señalar que se trata de una “mala política” que daña especialmente a los trabajadores.
Otros senadores, como Ted Cruz (Texas), manifestaron que los aranceles “son un impuesto al consumidor” y esperan que solo sean una táctica temporal de negociación. Ron Johnson (Wisconsin), por su parte, mostró preocupación pero dijo confiar en que Trump “sepa lo que hace”.
Mientras tanto, el Senado aprobó una resolución para congelar los aranceles a Canadá, con apoyo de varios republicanos. Analistas económicos advierten que esta guerra comercial podría derivar en una recesión y elevar los precios al consumidor.
EFE