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Congresistas demócratas exigieron este jueves a la Administración de Donald Trump que otorgue un permiso humanitario a Sara Hernández, una niña estadounidense de 10 años que fue deportada junto a su familia a México mientras buscaba tratamiento contra el cáncer.
“Sara es el rostro de nuestra humanidad como nación”, afirmó Rochelle Garza, presidenta de Texas Civil Rights Project, organización que ha acompañado a la familia desde el inicio. La menor fue expulsada en marzo junto a sus padres y cinco hermanos, residentes en Texas, tras ser detenidos en un retén fronterizo. Según relató Garza, desde entonces Sara no ha recibido atención médica adecuada debido a los altos costos y a la falta de ciudadanía mexicana.
El congresista Adriano Espaillat, presidente del Caucus Hispano del Congreso, recordó que se reunió con la familia en México y denunció que este caso refleja la política de la administración Trump: “No estamos hablando de criminales, sino de familias trabajadoras que solo buscan sobrevivir”.
Por su parte, el legislador texano Joaquín Castro urgió a que se apruebe de inmediato el permiso humanitario: “Han pasado cuatro meses, necesitamos traer a Sara de regreso para que reciba la atención que necesita, y lo necesitamos ahora”.
EFE
