CIUDAD DE MÉXICO — En una extensa sesión, la Cámara de Diputados de México aprobó una reforma constitucional para ampliar los delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, sumando la extorsión y el tráfico de drogas sintéticas, como el fentanilo.
La medida fue aprobada con 335 votos a favor y 108 en contra, tras más de 12 horas de debate que incluyeron la eliminación de crímenes como narcomenudeo y defraudación fiscal del catálogo de delitos.
Debate entre oficialismo y oposición
Durante la discusión, legisladores del oficialismo argumentaron que la prisión preventiva oficiosa es una medida necesaria para combatir la delincuencia y reducir delitos violentos. Según Godoy, esta política ha contribuido a disminuir el homicidio doloso y el feminicidio en México.
Por su parte, Irma Garay, del Partido del Trabajo (PT), enfatizó que esta reforma ayudará a evitar que sospechosos de delitos graves evadan la justicia.
Sin embargo, la reforma encontró fuerte oposición entre legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).
Fernando Torres, del PAN, criticó la medida al señalar que no existe evidencia de que la prisión preventiva oficiosa reduzca los índices delictivos, y expresó que se necesitan políticas más eficientes para abordar el crimen.
Claudia Ruiz Massieu, de MC, argumentó que esta medida no mejora la seguridad ni reduce la impunidad, y advirtió que podría vulnerar derechos humanos y afectar injustamente a personas inocentes y vulnerables.