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Los albergues para migrantes en la frontera sur de México han registrado una caída drástica en su ocupación, con una disminución de hasta el 90 %, según reportan encargados de estos centros.
La causa principal: el endurecimiento de la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha intensificado su retórica antiinmigrante y suspendido herramientas como CBP ONE, que permitía a los migrantes solicitar cita para ingresar legalmente a EE.UU.
Herbert Bermúdez, administrador del albergue “Jesús el Buen Pastor” en Tapachula, detalló que antes recibían hasta 1,500 personas, pero ahora apenas llegan ocho al día, principalmente familias con niños. “El flujo bajó de manera drástica”, afirmó.
Muchos migrantes han optado por regresar a sus países ante las crecientes dificultades, como contó Julio César, salvadoreño que lleva siete meses en Tapachula. “Muchos se fueron cuando Trump cerró la frontera”, dijo.
Cinthia Paola, de Honduras, confirmó que en las últimas dos semanas muchos migrantes abandonaron voluntariamente los refugios. “Por miedo y por no poder subir sus papeles a la aplicación”, señaló.
La autoridad local invitó a quienes aún permanecen en la ciudad y necesitan refugio a acercarse a albergues como La Perla, Hospitalidad y Solidaridad, y Jesús el Buen Pastor.
EFE