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Estados Unidos anunció su nueva operación militar en el Caribe, denominada “Lanza del Sur”, un despliegue que Washington justifica como parte de su ofensiva contra el narcotráfico, aunque sin presentar pruebas públicas. La iniciativa incluye bombardeos a embarcaciones —que han dejado decenas de muertos— y un refuerzo de presiones contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, informó en X que la operación será coordinada por un grupo de trabajo conjunto y el Comando Sur, responsable de las operaciones estadounidenses en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. El anuncio llega tras la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, acompañado de más de 4.000 marineros, aeronaves, buques de guerra y un submarino nuclear.
Desde agosto, EE.UU. ha desplegado su mayor contingente militar en la región en décadas y asegura haber hundido 17 embarcaciones y causado la muerte de 66 personas. Washington vincula estas acciones a su acusación contra Maduro por presunto liderazgo del Cártel de los Soles, por el que ofrece una recompensa de 50 millones de dólares y ha confiscado más de 700 millones en activos.
El operativo ha tensado las relaciones con Colombia, luego de que EE.UU. retiró a Bogotá de la lista de países cooperantes antidrogas y revocó el visado al presidente Gustavo Petro. La ONU calificó los ataques como una “violación del derecho internacional”, mientras Venezuela movilizó 200.000 militares en respuesta. Rusia pidió evitar acciones que desestabilicen la región.
EFE