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Estados Unidos celebra este viernes Halloween con un entusiasmo que se ha extendido a todo octubre, convertido ya en una auténtica “temporada del miedo”. Según la Federación Nacional de Minoristas (NRF), el gasto alcanzará un récord de 13.100 millones de dólares, impulsado por la compra de disfraces, decoraciones y dulces, pese a la preocupación por la economía.
Los consumidores, especialmente milenials y generación Z, ven en la fecha una oportunidad para divertirse y mostrar su creatividad en redes sociales. Se estima que cada estadounidense gastará en promedio 114 dólares, aunque estudios como el de PwC elevan esa cifra hasta los 445 dólares entre los padres, considerados los más generosos.
En ciudades como Nueva York, las calles y viviendas lucen llenas de calabazas, telarañas y esqueletos, mientras miles de personas se preparan para el tradicional desfile del West Village, el más grande del mundo. Aunque la inflación persiste, el espíritu festivo ha podido más: Halloween se vive como un carnaval moderno donde lo importante es celebrar, reír y compartir un susto entre amigos.
EFE