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El Pentágono reveló este jueves nuevos detalles sobre la operación “Midnight Hammer”, una serie de bombardeos a tres instalaciones nucleares iraníes que, según el alto mando estadounidense, fue el resultado de más de 15 años de preparación para neutralizar la capacidad atómica de Irán. En la misión participaron unos 125 aviones, incluidos bombarderos B-2 que lanzaron bombas antibúnker de 13.600 kilos sobre las plantas de Fordó y Natanz, mientras que un submarino disparó misiles Tomahawk contra la instalación de Isfahán.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, explicó que “pilotos hombres y mujeres” participaron en una operación que calificó como “el Super Bowl” para las fuerzas armadas, por su magnitud técnica y estratégica. Destacó que las bombas utilizadas fueron diseñadas para penetrar profundamente y activarse bajo tierra, superando defensas de concreto.
Caine mostró videos que ilustran la potencia y precisión de los ataques, señalando que los cálculos involucraron un uso intensivo de supercomputadoras. “Las seis armas en cada respiradero de Fordó funcionaron exactamente donde debían”, afirmó.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, defendió la operación como un “éxito rotundo” y criticó duramente las “noticias falsas” de medios que, según él, buscan minimizar los logros del presidente Donald Trump.
La rueda de prensa ocurrió en medio de controversias por la filtración de un informe de inteligencia que sugiere que el daño a las capacidades nucleares de Irán podría durar solo seis meses. Ante esto, la Casa Blanca evalúa restringir el acceso del Congreso a información clasificada.
EFE