La estatua de Santa Rosa de Lima, una valiosa pieza del siglo XVII que representa a la primera santa de América Latina, ha sido repatriada a México desde Estados Unidos. Esta noticia llena de orgullo a los mexicanos, ya que simboliza la profunda conexión histórica y cultural entre ambos países.

Santa Rosa de Lima, patrona de América y Filipinas, es una figura venerada tanto en México como en Perú. La estatua repatriada, una obra de arte de gran valor histórico y artístico, representa un vínculo tangible entre estas naciones. Su regreso a México es un triunfo para la conservación del patrimonio cultural y un testimonio del compromiso de ambos países por proteger sus raíces.

La repatriación de la estatua ha sido el resultado de una colaboración estrecha entre México y Estados Unidos. Durante la última década, ambos países han trabajado arduamente para devolver a México miles de piezas arqueológicas e históricas que habían sido sustraídas de su territorio.
La agencia estadounidense Homeland Security Investigations (HSI) ha desempeñado un papel fundamental en este proceso, junto con instituciones mexicanas como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La recuperación de la estatua de Santa Rosa de Lima va más allá de una simple transacción cultural. Representa la lucha de México para preservar su patrimonio. En un mundo globalizado, donde los bienes culturales son objeto de tráfico ilícito, esta repatriación es un mensaje claro: México no renunciará a su pasado y hará todo lo posible para protegerlo.