Foto: EFE
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó este domingo que alrededor de 1,6 millones de personas que se encontraban ilegalmente en Estados Unidos se han “autodeportado” en los últimos meses, mientras que otras 500.000 fueron expulsadas por las autoridades migratorias.
De acuerdo con el DHS, las autodeportaciones corresponden a migrantes que optaron por salir voluntariamente del país tras registrarse en un programa oficial que ofrece un pago único de 1.000 dólares y un boleto de avión. El plan forma parte de una campaña nacional impulsada por el gobierno del presidente Donald Trump para incentivar la salida voluntaria de indocumentados.
Por otro lado, las deportaciones forzadas fueron ejecutadas por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Patrulla Fronteriza, que intensificaron sus operaciones en diversas ciudades, especialmente en urbes con gran presencia migrante y gobiernos demócratas, como Chicago, donde organizaciones de derechos humanos denunciaron “tácticas militares” durante las redadas.
Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Asuntos Públicos del DHS, aseguró que la administración Trump “está en camino de romper los récords actuales de deportación”. Aunque el departamento no reveló el presupuesto destinado al programa, medios locales estiman que se han invertido varios millones de dólares en su promoción.
EFE