San Juan, 28 ene (EFE).- El exboxeador puertorriqueño Félix Verdejo radicó este martes una moción, por su propia cuenta, sin su abogado, ante el Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito en Boston para anular una sentencia de dos cadenas perpetuas de cárcel por el asesinato de la joven embarazada Keishla Rodríguez y pidió un nuevo juicio.
Verdejo fue declarado culpable por un jurado de manera unánime, tras casi un mes de juicio, al determinar que cometió junto al coacusado Luis Antonio Cádiz el secuestro que resultó en la muerte de Rodríguez y de su hijo por nacer.
El expúgil sostuvo en una moción de 14 páginas que el caso debía desestimarse por falta de jurisdicción del Tribunal Federal en San Juan con los delitos alegados.
El propio Verdejo presentó el documento después de que su defensa, Gabriela José Cintrón y Jason González solicitaran al foro apelativo que los releve de su representación.
Verdejo alegó el desconocimiento de que su caso criminal debió haberse efectuado en el foro estatal como argumento para solicitar un nuevo juicio.
“Las cortes federales no tienen jurisdicción sobre casos criminales donde la ley criminal local aplica a menos que afecte de manera sustancial el comercio interestatal o se comenta dentro áreas especiales marítimas o territoriales”, afirmó Verdejo.
“El Gobierno de Puerto Rico debe ser considerado un estado soberano, así que la ley federal, en este caso, es inaplicable, siendo la ley de Puerto Rico la que debe aplicarse”, apostilló el exboxeador.
Verdejo hizo hincapié en que “el Estado Libre Asociado de Puerto Rico dejó de ser un territorio de Estados Unidos desde 1952. Así que la única ley aplicable es la local”.
Asimismo, Verdejo precisó en otro documento que le había pedido a su abogado en apelación que presentara la solicitud de desestimación “y no lo hizo” y por ello, decidió radicarlo por su cuenta.
La Fiscalía explicó en su nota que el 29 de abril de 2021 Verdejo ejecutó “un plan premeditado” para asesinar a Rodríguez y su hijo por nacer al atraer a la joven a su vehículo con la ayuda de Cádiz.
El expúgil golpeó a Rodríguez, le inyectó drogas y luego la amarró con alambre metálico a un bloque de cemento, para posteriormente arrojarla a la Laguna San José desde el puente Teodoro Moscoso, en el área metropolitana.
El FBI estuvo a cargo de la investigación con la estrecha colaboración y apoyo del Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico, el Negociado de la Policía de la isla y el Departamento de Justicia.
