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El Museo del Louvre reabrirá sus puertas este miércoles, apenas tres días después del espectacular robo de ocho joyas de la corona francesa ocurrido el domingo pasado. Sin embargo, la emblemática Galería de Apolo, donde se perpetró el golpe, permanecerá cerrada indefinidamente mientras continúa la investigación y el debate sobre la seguridad del recinto.
El asalto, valorado en unos 88 millones de euros, fue ejecutado por cuatro individuos en tan solo siete minutos. Los ladrones irrumpieron en la galería utilizando un montacargas y rompieron vitrinas que albergaban piezas de la época de Napoleón y joyas de la corona. En su huida, incluso perdieron la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que resultó dañada.
La magnitud del robo ha generado indignación en Francia, al considerarse un atentado contra el patrimonio nacional. La presidenta del museo, Laurence des Cars, comparecerá ante el Senado para explicar los fallos de seguridad, mientras la ministra de Cultura, Rachida Dati, prometió reforzar los sistemas de videovigilancia y control.
El historiador Eric Anceau calificó el incidente como “más grave que el robo de la Mona Lisa”, subrayando que las piezas robadas representan un fragmento invaluable de la historia y del alma cultural de Francia.
EFE