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Miles de familias inmigrantes viven con temor este Día de la Independencia en EE.UU., evitando actividades cotidianas como salir a comprar o celebrar, ante el riesgo de redadas migratorias.
Lennimar Rivas, madre venezolana de tres hijos nacidos en EE.UU., cuenta que no sale de su casa desde que el gobierno le notificó el fin de su permiso humanitario. “Mi hijo me pregunta cómo vamos a celebrar, pero yo le digo que no podemos hacer nada”.
En comunidades latinas como Boyle Heights y Huntington Park, se han cancelado eventos del 4 de julio debido al clima de zozobra tras las redadas iniciadas el 6 de junio en Los Ángeles. Niños como Wyatt, de 14 años, se han visto obligados a asumir responsabilidades para proteger a sus madres.
Casos como el de Chris, un joven que vende tamales en Pasadena para ayudar a su madre tras un operativo de ICE, muestran cómo esta situación afecta a menores emocional y económicamente.
Organizaciones como Mujeres de Hoy y activistas como “Tío Joker” hacen un llamado a la unidad y el apoyo comunitario frente a las políticas migratorias del gobierno de Trump.
EFE