Imagen vía web Pueblos Mágicos
En el corazón de la Sierra de Juárez, Baja California, se encuentra El Vallecito, un sitio arqueológico que resguarda la memoria de los antiguos habitantes kumiai. Entre abrigos rocosos, este lugar preserva pinturas rupestres de más de 10,000 años, que incluyen figuras geométricas, zoomorfas y antropomorfas.
La antigüedad de las pinturas rupestres se remonta a hace 10,000 años y las formaciones de roca dieron refugio temporal a los antiguos habitantes sirvieron para plasmar dentro de ellas su cosmovisión. También hay más de 30 de estas formaciones que presentan restos de ocupación doméstica, talleres de cerámica y piedra, hornos agaveros, etcétera.
El Diablito de El Vallecito: un símbolo de los antiguos kumiai
El resguardo El Diablito, en La Rumorosa, Baja California, destaca por su pintura rupestre de un cazador con tocado de venado “alesnillo”, una especie ahora en peligro de extinción. Cada solsticio de invierno, el primer rayo de sol ilumina esta figura, marcando el fin de la temporada de caza y el inicio del invierno. Para los kumiai, el color rojo del personaje representaba el norte y el ciclo de renovación natural. Este fenómeno arqueo astronómico conecta tradición, naturaleza y espiritualidad.


Imágenes vía INAH
De ahí el nombre de El Diablito. Este se ilumina por completo a medida que los rayos solares entran en la cavidad rocosa y el rayo de luz recorre la figura y otros motivos pictóricos de arriba abajo, conforme el sol en el horizonte. Es un fenómeno matutino conocido también como marcador de solsticio, dado que señala el inicio del invierno en el hemisferio norte.
Este sitio arqueológico no solo es una joya histórica, sino también un punto de encuentro entre tradición, naturaleza y espiritualidad. Visitar El Vallecito es un viaje al pasado que permite admirar la riqueza cultural y natural de Baja California.