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China y Estados Unidos se encuentran nuevamente en un enfrentamiento comercial, con la aplicación de aranceles cruzados a sus buques. Este martes, Pekín comenzará a cobrar 56 dólares a cada navío estadounidense que ingrese a sus puertos, mientras que Washington aplicará 50 dólares por tonelada neta a las embarcaciones chinas, con incrementos anuales hasta 2028. Las autoridades chinas calificaron su medida como “simétrica y necesaria”, en represalia por las tarifas estadounidenses implementadas bajo la Sección 301.
Impacto en el comercio y los mercados
Los nuevos gravámenes podrían encarecer los productos chinos en EE. UU. y afectar la logística global. El puerto de Los Ángeles ya reporta una caída del 35 % en las llegadas previstas respecto al año anterior, mientras navieras como ZIM, Danaos y Genco Shipping han registrado retrocesos de entre 4 % y 7 %. Analistas advierten que los costos operativos aumentarán y las rutas de transporte podrían alterarse, complicando aún más un sector afectado por el encarecimiento del combustible y la debilidad del comercio global.
Negociaciones en el aire
El enfrentamiento se produce mientras Trump amenaza con imponer un arancel del 100 % a productos chinos y mantiene la posibilidad de cancelar su reunión con Xi Jinping en la cumbre APEC. Sin embargo, la administración asegura que la relación bilateral sigue “excelente” y busca evitar una crisis mayor, mientras los mercados se preparan para semanas de alta volatilidad.
EFE