Un equipo internacional de científicos ha demostrado en un estudio realizado en ratones que la terapia con células madre podría ofrecer protección frente a la progresión del párkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más común del mundo.
El hallazgo, publicado en la revista Stem Cell Research and Therapy, aporta nuevas esperanzas para tratar una enfermedad que, hasta el momento, no tiene cura.
La célula madre como solución potencial
En la investigación, liderada por el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, se utilizó una línea almacenable de células madre neurales humanas, que fueron trasplantadas en el cerebro de ratones adultos con párkinson.
A los cuatro meses, los investigadores observaron efectos positivos significativos, incluyendo la restauración de las neuronas dopaminérgicas en zonas clave del cerebro como la sustancia negra y el cuerpo estriado, áreas afectadas por el párkinson.
Aunque los tratamientos actuales sólo alivian los síntomas y no logran reparar las neuronas dañadas, esta terapia de reemplazo celular podría cambiar ese panorama, al menos en modelos experimentales.
Los resultados sugieren que las células madre no solo ofrecen neuroprotección, sino que también favorecen la neurogénesis, especialmente en el hipocampo, zona relacionada con la memoria.
Hallazgos inesperados y prometedores
El estudio también reveló un hallazgo inédito: el reclutamiento de mastocitos, células inmunes del cuerpo, hacia los nodos linfáticos cervicales de los ratones trasplantados.
Este fenómeno indica un posible efecto periférico del trasplante, lo que podría abrir nuevas vías para la investigación de cómo la terapia celular interactúa con el sistema inmunológico en el contexto del párkinson.
Aunque las células madre neurales humanas utilizadas en este estudio no son aptas para uso clínico inmediato, los resultados refuerzan la idea de que la terapia celular tiene el potencial de ser una opción terapéutica eficaz para tratar el párkinson en el futuro.