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Este lunes el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzó a implementar un nuevo examen de ciudadanía, más extenso y difícil como parte del objetivo del Gobierno del presidente Donald Trump.
El nuevo examen, enfocado en la educación cívica, incluye 28 nuevas preguntas con respecto al anterior y los solicitantes deberán responder correctamente 12 de 20 preguntas, esto es el mismo porcentaje que antes (60%), con un número de posibles preguntas que pasó de 100 a 128.
El nuevo examen había sido diseñado en el primer gobierno de Trump durante su primer mandato en 2017, que hace un mayor énfasis mayor en la historia y el sistema político de Estados Unidos, pero la administración de Joe Biden (2021-2025) echó abajo la prueba y reinstauró el usado desde 2008.
A través de un comunicado, Matthew Tragesser, portavoz de USCIS, calificó estos cambios como “cruciales” y “los primeros de muchos”, buscando garantizar que solo aquellos extranjeros que cumplan con “todos los requisitos” de elegibilidad, incluyendo la capacidad de leer, escribir y hablar inglés, y comprender el gobierno y la educación cívica del país puedan naturalizarse para integrarse y contribuir al desarrollo de EU.
La agencia también ha endurecido los procesos de naturalización, reactivando las investigaciones de antecedentes y aplicando criterios más estrictos para las excepciones por discapacidad. Además, se ha reforzado el requisito de “buen carácter moral”, que incluye factores como participación comunitaria, estabilidad laboral, responsabilidad fiscal y conducta financiera.
El USCIS incluso retomará las entrevistas a vecinos y compañeros de trabajo de los solicitantes, como parte de un proceso de verificación más exhaustivo.
EFE