Imagen vía web Gobierno de Jalisco y Gobierno de Tizapán
Tizapán El Alto, un municipio que abraza las aguas del Lago de Chapala y guarda memorias de celebraciones que han unido a generaciones. Sus tres templos más emblemáticos no solo son joyas arquitectónicas, son también el escenario de fiestas patronales que, año tras año, reúnen a los hijos del pueblo y aquellos que regresan desde lejos para vivir nuevamente la magia de estas tradiciones.
En la Capilla de Santa Ana, las fiestas patronales, que se celebran del 17 al 26 de julio, traen consigo juegos pirotécnicos que iluminan el cielo y junto con el ritmo de la danza y el sonido del mariachi, llenan las calles de colores, risas y momentos inolvidables con un ambiente cálido y familiar que alegra el corazón de cualquiera, mientras se honra a la patrona del pueblo.
Por otro lado, la pequeña pero encantadora Capilla del Refugio, ubicada en el centro de Tizapán, es una parada obligatoria para aquellos que valoran la historia y la belleza arquitectónica. A pesar de su tamaño, su diseño invita a una pausa en el tiempo, evocando los días en que las familias se reunían en su plaza para compartir momentos sencillos pero imborrables.


Pero sin duda, el lugar que más recuerdos atesora es el majestuoso Templo de San Francisco de Asís, cuyo imponente edificio ha sido testigo de más de un siglo de historia. Cada vez que uno entra, es imposible no pensar en las generaciones que vieron su construcción, una obra que tardó más de 60 años en completarse, atravesada por los momentos difíciles de la guerra de independencia, donde el pueblo dejó su huella.
Del 26 al 30 de septiembre, las calles de Tizapán se llenan de vida con las fiestas en honor a San Francisco de Asís. El novenario, las misas, el aroma a comida casera y los fuegos artificiales se mezclan con las risas y el reencuentro de amigos y familias que celebran juntas. Estas fiestas son el alma de Tizapán, un recordatorio de la importancia de volver, de reconectar con las raíces, y de revivir los momentos que alguna vez definieron nuestras vidas.


Fotos: Gobierno de Jalisco y Gobierno de Tizapán