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Florida, emblema de la naranja en Estados Unidos, atraviesa una de sus peores crisis de producción. El estado ha triplicado sus importaciones desde Brasil y México, que hoy cubren el 90 % de la demanda nacional. Según el Departamento de Cítricos de Florida, en el último año se importaron más de 1.500 millones de litros de zumo, frente a los 500 millones de 2020-2021.
Causas de la caída
La producción local se ha desplomado más de un 92 % en dos décadas. La enfermedad “citrus greening”, transmitida por el psílido asiático, ha dañado a casi todos los naranjos desde 2005. “Estamos en la peor época de la historia”, explicó Michael Rogers, de la Universidad de Florida, aunque adelantó que ya prueban nuevas variedades resistentes.
Huracanes y urbanización
Los recientes huracanes Ian, Milton e Irma agravaron el problema, mientras que la presión inmobiliaria redujo en un 65 % las hectáreas de cultivo. Empresas como Alico ya venden terrenos para urbanizaciones, acelerando la sustitución de huertos por viviendas.
Respuesta gubernamental y mercado
Washington y Florida han destinado más de 100 millones de dólares a investigación y flexibilizaron normas para aprovechar frutos afectados. Aunque EE.UU. mantiene aranceles al zumo brasileño, evitó nuevas tarifas para contener precios, que alcanzaron niveles récord: de 0,9 dólares por libra de sólidos en 2019 a 4,35 en 2024.
Florida, superada ya por California, lucha por no perder su identidad histórica ligada a la naranja.
EFE