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Francia se encuentra en un momento de gran tensión social y política tras la caída del Gobierno centrista de François Bayrou en una moción de confianza. Este miércoles, el país enfrentará la primera gran prueba del Ejecutivo interino con la movilización del movimiento “Bloqueemos todo”, que busca paralizar transportes, refinerías y mercados de abasto.
El movimiento surgió este verano en redes sociales en rechazo al plan de presupuestos de 2026, que contemplaba recortes sociales, la congelación de prestaciones y la supresión de dos festivos. Aunque nació sin respaldo partidista, fuerzas como La Francia Insumisa ya expresaron su apoyo.
Comparaciones con los “chalecos amarillos”
Las similitudes con la revuelta de los “chalecos amarillos” de 2018 son inevitables: un movimiento ciudadano surgido fuera de sindicatos y partidos, con fuerte capacidad de movilización. Sin embargo, “Bloqueemos todo” tiene un carácter más izquierdista y está integrado por jóvenes activistas.
Estamos hartos del abandono de la educación, la sanidad, la vivienda”, declaró Élodie, de 22 años, quien participará en las acciones en París.
Operativo de seguridad y advertencias oficiales
El Gobierno desplegará 80.000 policías y gendarmes con la orden de actuar con firmeza. El ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, advirtió que no se tolerarán bloqueos.
La Dirección General de Aviación Civil ya solicitó reducir en un 50 % los vuelos en Niza y Córcega durante la noche del miércoles, lo que afectará a medio centenar de operaciones.
La jornada, que podría reunir a más de 100.000 manifestantes, se perfila como una de las más delicadas para Francia en los últimos años.
EFE