El entrenador argentino Gabriel Milito, actual director técnico del Atlético Mineiro, está a un paso de conquistar su primera Copa Libertadores.
Este sábado, el Galo disputará la final contra Botafogo en el estadio Monumental de Buenos Aires, un duelo que podría consolidar la trayectoria de un técnico que ha sabido reinventarse desde su etapa como jugador.
De Quilmes al Camp Nou: una carrera marcada por la resiliencia
Milito nació en Quilmes, en el área metropolitana de Buenos Aires, y dio sus primeros pasos futbolísticos en Independiente, donde destacó como capitán a los 20 años y se ganó el estatus de ídolo. Sin embargo, su carrera casi se truncó en 2003 cuando el Real Madrid rechazó ficharlo debido a problemas en su rodilla derecha.
El argentino se recuperó, fichó por el Zaragoza y luego llegó al Barcelona, donde vivió su etapa más exitosa bajo la dirección de Pep Guardiola, ganando 10 títulos y forjando una estrecha relación con Lionel Messi.
De jugador a estratega inspirado por Guardiola
Milito dejó el campo en 2012 para iniciar su carrera como entrenador en 2015, debutando con Estudiantes de La Plata. Su trayectoria como técnico ha estado llena de altibajos, incluyendo experiencias en Independiente, O’Higgins de Chile y Argentinos Juniors, donde destacó por su visión táctica pero también enfrentó períodos de estrés que lo llevaron a renunciar.
En 2023, asumió el mando del Atlético Mineiro y rápidamente dejó huella al ganar el Campeonato Mineiro en abril. Aunque perdió la final de la Copa de Brasil contra Flamengo, Milito ha demostrado que está listo para retos mayores, y el sueño de dirigir en Europa sigue siendo una motivación.
El desafío de la Libertadores
El Atlético Mineiro, liderado por figuras como Hulk, llega a la final con altas expectativas. Para Milito, un triunfo sería no solo un hito personal, sino también una muestra de su capacidad para gestionar equipos en situaciones de alta presión.
La final de este sábado no solo definirá el campeón de América, sino que también podría marcar el inicio de una nueva etapa en la carrera de Gabriel Milito, un técnico que ha sabido aprender de sus derrotas y reinventarse constantemente.