Taipéi, 25 feb (EFE).- El ministro taiwanés de Asuntos Económicos, J.W. Kuo, manifestó este martes que el Gobierno isleño “no ha recibido ninguna información” respecto a una eventual inversión de TSMC en Intel, en medio de los rumores de que el gigante taiwanés de semiconductores podría operar las plantas de la firma estadounidense.
En Taiwán, cualquier inversión en el extranjero por parte de una compañía local necesita la previa aprobación del Ministerio de Asuntos Económicos, que el año pasado ratificó inversiones en el exterior por valor de 44.931 millones de dólares (unos 42.896 millones de euros), la mayoría de ellas de TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo.
En declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias CNA, Kuo afirmó que el Ejecutivo no ha recibido “ninguna información” por el momento sobre el posible interés de TSMC en las fábricas de Intel.
“El Ministerio de Asuntos Económicos no ha recibido ninguna notificación oficial y no hará comentarios sobre especulaciones del mercado. Sólo se discutirá el tema cuando se presente un informe formal (por parte de TSMC)”, aseveró el ministro.
El pasado 15 de febrero, Bloomberg informó que TSMC estaba considerando adquirir una participación mayoritaria en las fábricas de Intel a petición de los funcionarios de la Administración de Donald Trump, según una fuente familiarizada con las conversaciones y citada por este medio.
Los funcionarios plantearon la idea de un acuerdo entre las dos empresas en recientes reuniones con la firma taiwanesa, que “se mostró receptiva”, señaló la misma fuente, que no aclaró si Intel estaba abierta a esta operación.
Por el momento, ni TSMC ni Intel se han pronunciado públicamente respecto a esta iniciativa.
Esta posible inversión se produciría en un momento particularmente delicado para Intel, una compañía que, si bien continúa fabricando los componentes más utilizados por las industrias de los ordenadores personales y los servidores, ha perdido terreno frente a sus principales competidoras en los últimos años.
En lo relativo a la fabricación de chips, la compañía estadounidense no ha sido capaz de competir con TSMC, que se ha mantenido como líder global en la fundición de semiconductores e incluso ha ampliado la brecha con sus principales adversarias en el desarrollo de chips con procesos avanzados, claves para las aplicaciones y dispositivos de inteligencia artificial (IA).
La operación también se enmarcaría en los esfuerzos del actual Gobierno estadounidense por revitalizar su industria nacional de semiconductores y mantener su liderazgo en tecnologías críticas, indicó la agencia Bloomberg.
En este contexto, la compañía taiwanesa celebró a mediados de febrero la primera reunión de su junta directiva en territorio estadounidense, en la cual sorprendió a los mercados al no anunciar nuevas inversiones en Estados Unidos, tal y como se había especulado en los días previos.
En cualquier caso, la decisión de celebrar este encuentro en EE.UU. se interpretó como un gesto de TSMC para acercar posturas con la administración de Donald Trump, quien se mostró muy duro con Taiwán en su última campaña electoral al asegurar que la isla “robó” la industria de semiconductores de su país.