El municipio de Jesús María, en Jalisco, es hogar de muchas historias que han marcado a su gente y su desarrollo. Entre los personajes más importantes de su historia reciente se encuentra Ramón Ramírez Orozco, un hombre que, con una visión altruista, decidió donar terrenos que se convertirían en espacios esenciales para la comunidad.
Foto: Facebook
Una Generosa Donación para el Bien Común
Ramírez Orozco donó una serie de terrenos que permitieron la construcción de varias infraestructuras clave que hoy son el corazón de la vida comunitaria de Jesús María. Entre ellos se encuentra el Santuario de Guadalupe, un sitio de devoción que atrae tanto a locales como a visitantes. También donó espacio para una casa social, que ahora funciona como casa pastoral, sirviendo como un centro de apoyo y encuentro para la comunidad.
Impulso a la Cultura y el Deporte
La visión de Ramón Ramírez no se limitó a los espacios religiosos. Su generosidad también facilitó la creación de un lienzo charro, donde se llevan a cabo competiciones y prácticas de la charrería, un elemento crucial de la cultura jalisciense y una tradición profundamente arraigada en la región. Además, cedió terreno para la creación de un espacio destinado a los primeros auxilios, garantizando que la comunidad tuviera acceso a atención básica en momentos de emergencia.


Foto: Facebook Gobierno de Jesús María
Gracias a la donación de Ramón Ramírez Orozco, estos espacios han ayudado a elevar la calidad de vida de los habitantes del municipio. La comunidad ha aprovechado al máximo estas instalaciones, que no solo incrementan la riqueza cultural de Jesús María, sino que también ofrecen un lugar para la reunión y el fortalecimiento de los lazos comunitarios. Hoy en día, el nombre de Ramírez Orozco sigue siendo recordado con gratitud por su contribución al bienestar de su pueblo.