Tegucigalpa, 10 jul (EFE).- Unos 404 casos de conflicto electoral y 109 incidentes de violencia política se registraron entre septiembre de 2024 y junio de 2025, según un informe publicado este jueves por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que advirtió sobre una escalada de violencia cuando faltan pocos meses para las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
Del total de conflictos políticos, 182 están relacionados con la legitimidad de los resultados electorales, mientras que 149 responden a enfrentamientos internos dentro de los partidos o entre distintas instituciones políticas, señala el informe titulado “Conflictividad y Violencia Política: un monitoreo de las dinámicas electorales en Honduras”, elaborado por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS).
El estudio revela que el 17,4 % de los 108 casos de violencia política corresponde a agresiones simbólicas (formas de violencia no física), 16,5 % a actos de difamación, 12,8 % a lesiones físicas, 11 % a intimidación, 8,3 % a atentados y 6,4 % a homicidios.
Detalla también que el 27,6 % restante incluye otros tipos de agresiones, como amenazas, daños a la propiedad, discriminación, acoso y actos de ridiculización.
Francisco Morazán, departamento donde se ubica la capital, Tegucigalpa, concentra el 51,1 % de los casos de violencia política, seguido por Cortés (9,8 %) y Copán (8,7 %).
El director del IUDPAS, Lester Ramírez, explicó a EFE que uno de cada dos casos reportados está vinculado con la legitimidad de los resultados de las elecciones internas de marzo pasado.
UNAH: Tensiones institucionales y contexto de fragilidad
El monitoreo de la UNAH revela “las fuertes tensiones” internas y entre partidos políticos, así como en instituciones clave” como el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Ministerio Público (Fiscalía) y las Fuerzas Armadas, señaló por su parte la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Carmen Fajardo, en la presentación del informe.
Estas tensiones, dijo, se dan en un contexto de “profunda fragilidad institucional, abusos de poder, corrupción y polarización social que aumentan la desconfianza ciudadana, la inestabilidad política del país y generan un escenario incierto” para los comicios generales.
Frente a este panorama, la UNAH hizo un “llamado urgente” a las autoridades electorales, actores políticos, instituciones del Estado, la academia y la ciudadanía a “asumir la responsabilidad colectiva” de garantizar la realización de elecciones y la continuidad del orden democrático.
También instó a los partidos políticos y sus líderes a competir de forma democrática, absteniéndose de recurrir a actos de violencia que busquen sabotear el proceso electoral o coartar el libre ejercicio del sufragio.
La UNAH subrayó que órganos como el CNE, el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), la Fiscalía y el Poder Judicial deben garantizar la participación equitativa de todas las fuerzas políticas, asegurando el respeto al Estado de derecho.
Abogó además por la creación de espacios de diálogo y consenso, que permitan dirimir diferencias y allanar el camino hacia unas elecciones “limpias, transparentes y carentes de fallos logísticos”.