Imagen vía web Gobierno de Jalisco
Uno de los atractivos del estado de Jalisco es el agave, o maguey, que se resalta como un auténtico tesoro cultivado con dedicación a lo largo de los siglos. Su presencia define uno de los paisajes más emblemáticos del estado, tiñendo colinas y valles de verdes y azules que cambian con las estaciones y se vuelven símbolo de tradición y orgullo.
El agave tiene una historia que se remonta a más de 9 mil años, forma parte de la familia Asparagaceae, originaria de América del Norte y Central. Aunque existen más de 200 especies, para Jalisco la más importante es la Agave tequilana Weber variedad azul, base esencial para la producción del mundialmente famoso tequila.
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Paisaje agavero: un patrimonio que abraza nuestras raíces
El paisaje agavero es único no solo por su tono azulado, sino también por sus históricas haciendas y pueblos tradicionales. Este patrimonio cultural se extiende por más de 34,658 hectáreas, abarcando los municipios de Tequila, El Arenal, Amatitán, Magdalena y Teuchitlán.
Formado a lo largo de siglos de cultivo y saberes heredados, el paisaje no solo representa el trabajo agrícola, sino también la identidad de un pueblo que ha hecho del agave un símbolo nacional.
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En 2006, la UNESCO reconoció al paisaje agavero como Patrimonio Cultural de la Humanidad, un honor que destaca su importancia cultural, ecológica y económica. Hoy, más que nunca, nos invita a protegerlo y a celebrarlo como un eco vivo de la cultura mexicana que resuena en todo el mundo.