Foto: EFE
Cada vez más jornaleros latinos han dejado de asistir a los lugares donde tradicionalmente esperan ser contratados por miedo a redadas migratorias impulsadas por la política del presidente Donald Trump.
Estos trabajadores, visibles en esquinas, paradas de autobús o estacionamientos de tiendas como Home Depot y 7 Eleven, han sido señalados directamente por el Gobierno como blanco de cuotas diarias de arrestos.
“Están enojados y con miedo”, explicó Nadia Marín, de la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON). Muchos prefieren quedarse en casa cuando reciben alertas de presencia migratoria compartidas por sus comunidades.
En East Windsor, Nueva Jersey, activistas protestaron contra la cooperación de Home Depot con agentes de ICE, exigiendo que impidan su entrada como hacen con los manifestantes.
Un jornalero hondureño relató haber sido arrestado solo por usar el baño de una tienda: “Me sentí discriminado. Solo buscaba trabajo”, dijo a EFE.
La ausencia de estos trabajadores afecta sectores como la construcción, jardinería o limpieza, y también al comercio local, pues han dejado de consumir por miedo.
NDLON advierte además del riesgo de explotación: “Los contratistas amenazan con llamar a inmigración si los jornaleros se quejan por robo de salario”.
EFE