Imagen vía web Gobierno de México
En la zona sur de Jalisco brota una de las frutas más distinguidas por su forma y sabor que encantan desde la primera mordida: la pitaya.
Las pitayas son las frutas que están cubiertas de espinas y pulpa de colores, que va desde el blanco hasta el violeta; también tienen muchas semillas negras que le otorgan una textura interesante al fruto. Su sabor es muy dulce y su hábito de crecimiento es cactácea columnar o pitayo.
Uno de los municipios que brinda este fruto es Amacueca, ubicado a poco más de una hora de Guadalajara que da la bienvenida con imponentes pitayos de los que sobresale la fruta. La conexión de los habitantes con la pitaya es tan grande que, si no son productores del fruto, son productores o vendedores
Gracias a su versatilidad, la pitaya puede disfrutarse de muchas formas: fresca, en aguas frescas, nieves, ate, pasteles, gelatinas, licores, vinos espumosos, almíbar y mermeladas. Su sabor y belleza la convierten en un verdadero tesoro jalisciense.