Imagen vía Facebook LA Lakers
La estrella de los Lakers, LeBron James, no jugó el viernes contra los Minnesota Timberwolves, según anunció el equipo se perdió el partido del domingo debido a molestias en el pie y no viajó con ellos, lo que le permitiría ocho días de descanso antes de su posible regreso el domingo contra los Memphis Grizzlies.
Gracias a la pausa de la Copa NBA, los Lakers están aprovechando un calendario favorable para adoptar un enfoque cauteloso con James, quien promedia 23 puntos, 9.1 asistencias y 8.0 rebotes esta temporada. La gestión de minutos es clave para el jugador, que se aproxima a su 40º cumpleaños. Según el entrenador JJ Redick, el descanso busca mitigar el efecto acumulativo de los minutos jugados, especialmente tras el cansancio evidente que James mostró durante el último partido.
El equipo tiene solo dos juegos programados en un lapso de 10 días, lo que permite al cuatro veces MVP recargar energías. Redick aseguró que se mantiene en constante comunicación con James y su entrenador atlético, Mike Mancias, para cuidar su estado físico.
Además, el guardia Austin Reaves continuaba como cuestionable para el duelo contra los Timberwolves debido a una contusión pélvica izquierda que lo ha mantenido fuera de los últimos cinco juegos. Con este enfoque estratégico, los Lakers buscan optimizar el rendimiento de su estrella y garantizar su durabilidad en la exigente temporada de la NBA.