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Cada 31 de diciembre, una tradición vibrante y llena de simbolismo cobra vida en los hogares de muchas personas: usar ropa interior roja. Más allá de una simple superstición, esta costumbre ha evolucionado hasta convertirse en un fenómeno cultural que combina la búsqueda de suerte, amor y prosperidad con un toque de sensualidad y confianza.
Desde la Edad Media, el rojo ha sido un color cargado de significado. En tiempos antiguos, se asociaba con lo prohibido y el ocultismo, pero quienes buscaban romper las normas lo usaban como un amuleto para atraer la buena fortuna. Hoy, este color es sinónimo de alegría, pasión y vitalidad, valores que resuenan especialmente al despedir el año y dar la bienvenida al siguiente.
Según la psicóloga Candela Fornieles, vestir ropa interior roja en Nochevieja no solo busca atraer buenas energías, sino que refuerza la autoestima y la conexión con nuestra propia sensualidad. Es un acto de empoderamiento personal, una forma de empezar el año con confianza y optimismo.
La moda también se suma a esta tradición con propuestas festivas y sofisticadas. Desde encajes y terciopelo hasta diseños atrevidos en plumeti y tul, las opciones no faltan para quienes desean despedir el año con estilo. Para los hombres, los bóxers y slips rojos, tanto lisos como estampados, se han convertido en imprescindibles.
Existe un detalle esencial: según la creencia popular, la ropa interior roja debe ser regalada para que surta su efecto mágico. Así que, para quien busca atraer la buena suerte, el amor o simplemente un nuevo comienzo lleno de confianza, el rojo será su mejor aliado.
EFE