¿Alguna vez tus papás te asustaron contándote historias de duendes? En Mixtlán circulan historias sobre pequeños duendes traviesos que solían molestar a los habitantes del pueblo. Se cuenta que, en sus travesuras, arrojaban basura a los alimentos o jalaban las cobijas y la ropa de las personas mientras dormían, provocando sustos entre los vecinos.
Una leyenda más sombría relata que estos duendes viven en las orillas de los numerosos arroyos de la región. Se dice que pueden robar el alma de los niños si los sorprenden merodeando cerca del agua. Por esta razón, los padres evitan llevar a sus pequeños a esos lugares, temerosos de los duendes y sus malévolos poderes.
