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Entre negocios tapiados y fuerte presencia policial, cientos de personas marcharon este domingo en el sur de la Ciudad de México para denunciar los efectos de la gentrificación, que impiden a muchos acceder a una vivienda digna. La movilización, que tuvo lugar en la alcaldía Tlalpan, reunió a colectivos que rechazan megaproyectos como Fuentes Brotantes 134, un complejo con 52 viviendas que amenaza una zona de conservación patrimonial en Santa Úrsula Xitla.
“Con un trabajo normal nunca podré juntar los más de tres millones de pesos que cuesta una casa pequeña”, lamentó Arturo, joven participante de la marcha. Señaló que el gobierno “da facilidades” a inmobiliarias y extranjeros, mientras que los ciudadanos enfrentan desigualdad.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció recientemente 14 medidas contra la gentrificación, enfocadas en regular precios, frenar desalojos y garantizar el derecho a la ciudad. Sin embargo, activistas consideran que son insuficientes y excluyentes, especialmente con pueblos originarios como Santa Úrsula.
En medio del contexto, se escuchó una fuerte consigna: “Queremos vivienda, el Mundial no nos importa”, en alusión a la Copa Mundial 2026 que tendrá sede en la capital. Jóvenes como Marisol exigen que el turismo sea regulado para evitar más desplazamientos.
Durante la manifestación también se registraron actos vandálicos, como pintas y daños al Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resguardaban la zona.
EFE