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Este martes el Senado confirmó a Matt Whitaker, con 52 votos a favor y 45 en contra, como embajador de Estados Unidos ante la OTAN en un momento crucial sobre el compromiso del país en el exterior.
Whitaker trabajó en el Departamento de Justicia durante la primera adminsitración de Trump, por lo que cuenta con la experiencia en las fuerzas del orden ante la falta de vínculos políticos. Pese a ello, Whihtaker aseguró a los senadores que el compromiso del Gobierno de Trump es con la alianza militar era “férreo”.
Durante mucho tiempo Trump ha sido escéptico, y a menudo hostil, con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, formada por Estados Unidos y otros países después de la Segunda Guerra Mundial como un elemento disuasorio ante una posible agresión de lo que entonces era la Unión Soviética.
Tras las duras críticas de Trump hacia sus aliados europeos y sus esfuerzos por estrechar su relación con el presiente ruso Vladimir Putin, se ha puesto en duda el compromiso de Estados Unidos, que ha empeorado al presionar a otros países para que contribuyan con una mayor proporción de sus presupuestos a su propia defensa, en lugar de depender de Estados Unidos.
Matt Whitaker, antes jefe de gabinete del fiscal general Jeff Sessions, fue nominado por Trump para el puesto de embajador de la OTAN tras su paso como fiscal general interino. Trump lo describió como “un guerrero fuerte y un patriota leal” que se encargará de “promover y defender los intereses de Estados Unidos”.