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La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer “aranceles recíprocos” a nivel global ha generado alivio y desconcierto en la frontera norte de México. Aunque México y Canadá quedaron exentos de estas medidas por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la incertidumbre persiste sobre su impacto en el comercio bilateral.
Desde Ciudad Juárez, Manuel Sotelo, representante de la Cámara Nacional de Transporte de Carga (Canacar), reconoció el beneficio de la exención, pero advirtió que aún falta claridad sobre los productos afectados y los porcentajes específicos de aranceles. Además, expresó preocupación por la parálisis en inversiones extranjeras y nacionales, lo que podría afectar el crecimiento económico de la región.
Por su parte, el profesor Ricardo Melgoza Ramos, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, alertó sobre el impacto inflacionario que los aranceles provocarán en Estados Unidos, especialmente en sectores como automóviles y electrodomésticos.
El Gobierno mexicano, a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que el país logró mantener un “trato preferencial”, protegiendo alrededor de 10 millones de empleos en sectores clave como el agroalimentario, electrónico y farmacéutico.
Sin embargo, productos no cubiertos por el T-MEC, como el acero y el aluminio, seguirán sujetos a impuestos del 25%, lo que aún representa un desafío para la economía mexicana en su relación comercial con Estados Unidos.
EFE