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En Ciudad Juárez, Chihuahua, las organizaciones y migrantes se encuentran en un estado de alerta a pocos días de la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, para el 20 de enero, pues su regreso ha intensificado los temores entre los migrantes en la frontera, debido a sus políticas antiinmigrantes que podrían dar paso a deportaciones masivas y restricciones más severas.
Con su discurso de rechazo hacia la inmigración, Trump ha dejado en incertidumbre a miles de personas que esperan cruzar la frontera de manera legal, mientras las organizaciones que los apoyan se enfrentan a grandes desafíos. Cristina Coronado Flores, coordinadora del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Nacional de San Columbano, expresó su preocupación por la falta de claridad sobre el futuro de los migrantes y las decisiones arriesgadas que algunos están tomando al buscar maneras informales de cruzar.
El posible colapso migratorio podría poner en jaque la capacidad del gobierno mexicano y las organizaciones locales para brindar el apoyo necesario a los migrantes. Además, los migrantes se enfrentan a riesgos físicos y psicológicos debido a la prolongada espera y las amenazas de los grupos del crimen organizado.
A pesar de la incertidumbre, muchos migrantes, como Geraldine Jiménez y Rosagny, mantienen la esperanza de cruzar a Estados Unidos y mejorar sus vidas. La situación sigue siendo crítica, y la esperanza de un giro positivo en las políticas migratorias de la nueva administración estadounidense sigue viva, aunque incierta.
EFE