Laval (Francia), 12 jul (EFE).- El esloveno Tadej Pogacar, líder del Tour de Francia, se felicitó de que la séptima etapa fuera más tranquila y esperó que la octava también lo sea, para poder recuperar a su gregario Joao Almeida, víctima de una caída en la séptima que le mantiene dañado en carrera.
“Ha sido un día más relajado que los anteriores, no es necesario forzar durante toda la etapa. Aunque el calor nos ha golpeado fuerte. Pero ha sido un buen día”, dijo el defensor del título, del UAE.
“Me ha gustado ver a Almeida en la carretera, ha sufrido mucho y le agradezco que haya terminado. Que siga en carrera es una buena noticia para mi”, agregó.
Pogacar señaló que es una incógnita hasta donde podrá llegar el portugués y si podrá estar listo para ayudarle en la durísima etapa del próximo lunes en el Macizo Central.
“Tiene mucho dolor, ha sufrido sobre la bicicleta. Todos sabemos que el segundo día tras una caída es el peor. Espero que mañana sea otra etapa tranquila y pueda recuperar más, porque el lunes va a ser un día brutal”, afirmó el esloveno.
“Con una costilla rota es difícil respirar y he visto cómo sufría cuando el pelotón aceleraba. Espero que el dolor vaya disminuyendo cada día. Nadie le pide que fuerce más allá de sus límites, esto no es más que una carrera de ciclismo, no vale la pena hacerse daño”, agregó.
“Pero Joao es un guerrero, sé que irá hasta el límite. No me importa tanto si puede o no ayudarnos, le deseo que pueda seguir y correr el Tour si problemas”, dijo.
Pogacar confirmó que “la Vuelta está en su programa” aunque señaló que tomarán la decisión definitiva nada más terminar el Tour: “Veremos si entonces tengo ganas de estar una semana más lejos de casa”.