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Este lunes alrededor de 3 mil 200 trabajadores que ensamblan aviones de combate de Boeing en Estados Unidos iniciaron una huelga que denuncia “promesas vacías”, anunció su sindicato un día después de rechazar un acuerdo laboral.
El paro, liderado por el sindicato IAM (International Association of Machinists and Aerospace Workers), afecta a plantas de Misuri e Illinois, donde se ensamblan aviones de combate.
La compañía estadounidense, que ya atraviesa una crisis por fallas de calidad y otra huelga reciente, propuso un aumento salarial del 40% en cuatro años y mejoras en los horarios flexibles. Sin embargo, los trabajadores señalaron que el conflicto no solo es económico, sino también por “respeto y dignidad”, acusando a Boeing de promesas vacías.
La propuesta inicial de Boeing, rechazada una semana antes, incluía un aumento salarial del 20% y más días de vacaciones en cuatro años, que después llegó a la propuesta actual pero no fue aceptada; a lo que Dan Gillian, vicepresidente de Boeing Air Dominance y jefe de la fábrica de San Luis (Misuri) reaccionó:
“Estamos decepcionados de que nuestros empleados hayan rechazado una oferta que preveía un aumento salarial medio del 40% y que resolvía su principal preocupación respecto a los horarios de trabajo flexibles”
Por su parte, la IAM advirtió que contaban con un plan de huelga si no se llegaba a un acuerdo, y así ocurrió. Mientras tanto, Boeing asegura estar preparada con un “plan de emergencia” para mantener las operaciones.
Este conflicto se da en medio de tensiones globales en el sector aeroespacial y nuevas restricciones comerciales de China hacia empresas estadounidenses.