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El exagente del Servicio Secreto de EE.UU. Clint Hill, conocido por su intento de salvar a John F. Kennedy durante su asesinato en Dallas en 1963, falleció a los 93 años en su casa de Belvedere, California.
Un héroe marcado por la historia
Hill se hizo famoso el 22 de noviembre de 1963, cuando, tras escuchar un disparo y ver al presidente desplomarse en su asiento, se lanzó sobre la limusina presidencial en un intento por proteger a Jacqueline Kennedy. Su acto heroico no evitó la tragedia, pero le valió las más altas condecoraciones del Servicio Secreto, además de ser ascendido y posteriormente asignado al destacamento de protección de la Casa Blanca.
Sin embargo, el trauma del magnicidio lo persiguió durante décadas, llevándolo a una prejubilación forzada debido al estrés postraumático. En sus declaraciones a la Comisión Warren, que investigó el caso, confesó que se culpaba por no haber reaccionado más rápido.
Vida después del Servicio Secreto
En 2005, Hill publicó sus memorias ‘Mrs. Kennedy and Me’, en las que narró su experiencia como el agente encargado de proteger a la primera dama. Más tarde, coescribió otros libros sobre su paso por el Servicio Secreto junto a la periodista Lisa McCubbin, con quien se casó en 2021.
Su historia también inspiró parcialmente el thriller ‘En la línea de fuego’, protagonizado por Clint Eastwood.
Un legado envuelto en misterio
Su fallecimiento ocurre poco después de que el FBI anunciara el hallazgo de más de 2,400 documentos nuevos relacionados con el asesinato de JFK, tras una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump para la publicación de información clasificada sobre el caso.
EFE