Imagen vía web Gobierno de México
Las muñecas Lele han capturado el corazón de los mexicanos y del mundo con sus largas trenzas, coronas de lazos de colores llamativas y un rostro distintivo que las hacen distintivas.
Originarias de Amealco, Querétaro, ‘Lele’ significa ‘bebé’ en otomí, de indumentaria característica de sus creadoras que preservan su origen otomí: colores, coronas de lazos y largas trenzas. Esta muleca representa el esfuerzo de mujeres artesanas mexicanas de diversos estados.
El cuerpo de las muñecas Lele está hecho de tela popelina, vestidas con blusas que llevan bordados de espiga en los cuellos que combinan con las tiras bordadas en la cintura y puños; la falda de las muñecas es amplia con un delantal en la cintura de tela, seda o popelina plisada. La auténtica Lele lleva siempre su pañal de bebé.
El peinado de las Lele son dos trenzas que cruzan sobre la cabeza, en la que portan una corona de listones de colores; su rostro puede ser bordado o con aplicaciones de tela. La elaboración de una muñeca Lele puede llevar al menos dos horas, en algunos casos hasta semanas, esto debido a la dificultad de los bordados que sean empleados para la muñeca, el tamaño.
Mulecas Lele Patrimonio Intangible de la Humanidad
A pesar de que son un distintivo de México, las muñecas Lele fueron reconocidas apenas como Patrimonio Cultural de Querétaro y Patrimonio Intangible de la Humanidad el 18 de abril de 2018 y cuentan con un museo propio en Amealco, Querétaro.
En 2019, una Lele gigante recorrió el mundo con la campaña diplomática #LelePorElMundo, promovida por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Gobierno de Querétaro. Visitó ciudades como Londres, Madrid, Sídney, Chicago, Montreal, Shanghái, San Francisco, Los Ángeles y Toronto, convirtiéndose en la muñeca mexicana más famosa del mundo.