El Museo de Arquitectura Maya Baluarte de la Soledad en Campeche, al sureste de México, ha abierto sus puertas a una de las piezas más emblemáticas del arte prehispánico: la máscara de jade de Calakmul, que a partir de este fin de semana será exhibida de manera indefinida.
Esta pieza, que data del período Clásico Maya (660-750 d.C.), es considerada una joya fundamental para comprender la visión del universo y la muerte entre los antiguos mayas.
La máscara de jade fue hallada en 1931 por el biólogo Cyrus Lundell, pero fue redescubierta en 1984 por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante una excavación en la zona arqueológica de Calakmul, ubicada en el sur de Campeche. Con 1,364 años de antigüedad, la pieza fue parte de un ajuar funerario que acompañó a un soberano maya en su tránsito hacia el inframundo.
La máscara, construida con 57 teselas de jade, dos cuentas de obsidiana y una concha, representa la imagen de un gobernante de la dinastía Kanu’l, una de las más poderosas del periodo Clásico. La pieza no solo destaca por su impresionante belleza, sino también por su profundo simbolismo.
Los ojos de la máscara están formados por pupilas de obsidiana gris y círculos de concha nácar, mientras que las cejas están elaboradas con pirita. Las orejeras, que imitan una flor de cuatro pétalos, son una representación del modelo cosmogónico mesoamericano, reflejando la estructura del universo maya.
Un detalle especialmente significativo es la mariposa esculpida bajo la barbilla, cuyo símbolo de las almas del difunto se relaciona con el viento, elemento asociado a la vida y la muerte en la cosmovisión maya. Para los mayas, el jade era un símbolo vital, relacionado con el agua, la fertilidad y el renacimiento, lo que convierte a la máscara en un objeto sagrado, destinado a acompañar al soberano en su viaje al inframundo.
La exposición titulada “La Máscara de Calakmul. Universo de Jade” no solo busca rendir homenaje a esta pieza invaluable, sino también atraer a miles de turistas, especialmente aquellos que visitan la región a través del Tren Maya.
Este proyecto de infraestructura, que conecta diversas zonas arqueológicas y culturales del sureste de México, promete revitalizar el turismo en Campeche y consolidar su relevancia como un centro cultural de primer orden.
El INAH ha resaltado que, debido a su importancia, no existen planes inmediatos para trasladar la pieza a otras ciudades de México o al extranjero. Esta decisión subraya el valor único de la máscara, no solo como un artefacto arqueológico, sino como un emblema de la identidad cultural de Campeche y del legado maya en México.