Fotografía: Ed Schipul, Flickr
La reciente aprobación de la Propuesta 2 en Nueva York ha generado preocupaciones entre los defensores de los vendedores ambulantes, quienes temen que la medida pueda ser utilizada para aumentar las sanciones contra los vendedores, especialmente aquellos inmigrantes que operan sin licencia.
Aunque la propuesta busca ampliar los poderes del Departamento de Saneamiento de la Ciudad (DSNY) para limpiar las calles y disponer de los desechos en contenedores, críticos afirman que su lenguaje engañoso podría ser usado para dar más poder a la policía en la persecución de vendedores no autorizados.
Con cerca de 23,000 vendedores ambulantes, la mayoría de ellos inmigrantes, la propuesta podría intensificar los esfuerzos de las autoridades para desmantelar sus negocios.
Carina Kaufman-Gutierrez, de la organización Street Vendor Project, ha señalado que la ley transformaría al DSNY en una herramienta de aplicación de la ley sin supervisión adecuada, lo que podría resultar en más confiscaciones y persecuciones de vendedores.
Sonia Pérez, una vendedora mexicana que lleva años esperando obtener su licencia, teme que la medida aumente la “militarización” de las calles y empeore las condiciones de trabajo para los inmigrantes. A pesar de la difícil situación, los defensores insisten en que la ciudad necesita más licencias, no más sanciones.