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Tras la fuerte tormenta del lunes que dejó 2,07 pulgadas de agua en una sola hora en Central Park —el segundo mayor registro histórico después del huracán Ida y la tormenta tropical Henri en 2021—, la Alcaldía de Nueva York defendió este martes sus proyectos para enfrentar las lluvias extremas, cada vez más frecuentes.
El diluvio provocó inundaciones en calles, estaciones de metro y sótanos en la ciudad, pero las autoridades destacaron la eficacia de sus alertas y protocolos, evitando tragedias como las once muertes registradas en Queens hace tres años.
Elijah Hutchinson, director de la Oficina para el Clima y la Justicia Social, subrayó las inversiones en árboles y “soluciones basadas en la naturaleza”, como jardines pluviales y techos verdes. Nueva York planea aumentar su cobertura arbórea en un 30 %, lo que ya reduce anualmente unos 69 millones de pies cúbicos de agua pluvial.
Además, se destacó el proyecto Bluebelt, que aprovecha cauces restaurados, humedales y corredores naturales para gestionar de forma integrada el drenaje con sistemas tradicionales.
Rohit Aggarwala, comisionado de Protección Medioambiental, explicó que la ciudad gasta actualmente 1.000 millones de dólares anuales en alcantarillado y gestión de lluvias, pero que este sistema “no fue diseñado para el clima actual”.
Por ello, se ha lanzado un ambicioso plan de inversión a 10 años de 33.000 millones de dólares, destinado a mejorar acueductos, reservas y sistemas de tratamiento, junto con infraestructura verde.
“Estamos adaptando Nueva York al nuevo clima que ya está aquí”, concluyó Aggarwala.
EFE