Imágenes vía Facebook Claudia Sheinbaum y Donald Trump
México, se volverá a enfrentar a Estados Unidos durante 4 años pues el discurso de Donald Trump durante el periodo de elecciones no hizo más que repetirse y ser puesto en práctica por segunda ocasión.
La relación entre Estados Unidos y México siempre ha estado en constante choque de ideas, políticas y socioeconómicas pues el ser mayor socio comercial México no ha detenido al país vecino de endurecer sus políticas comerciales y migratorias hacia el país; esto se ha reflejado aún más con el gobierno presidencial de Donald Trump en 2019 y se espera que empeore cuando inicie el segundo mandato presidencial del magnate en 2025.
Pues a diferencia del periodo presidencial anterior, en la que el gobierno de AMLO terminó cediendo de manera silenciosa a las demandas de Estados Unidos, las circunstancias podrían cambiar pues Claudia Sheinbaum, actual presidenta de México podría responder activamente en contra de las solicitudes de Trump, pues al ser una ideóloga izquierdista toda su vida y severa como presidenta podría crear más de algún roce entre ambos gobiernos.
A pesar de ello, Sheinbaum se apresuró en llamar a Trump tan pronto se anunció su victoria, pero durante la llamada el presidente electo de Estados Unidos se concentró en dos temas: la frontera y los problemas que radican ahí y que le mandara saludos a López Obrador pues, al igual que muchos, lo cree como el mentor que sigue a cargo de la presidencia.
A pesar de que el comercio transfronterizo superó los 800.000 millones de dólares anuales, que significa que las empresas estadounidenses dependen cada vez más de las plantas en México, varios tratados comerciales como el T-MEC serán revisados pues lo cambios legales que México solicitó podrían ser una oportunidad para exigir renegociaciones por parte de Estados Unidos.
Entre los temas que podrían ser renegociados por el republicano son la restauración de empleos en Estados Unidos, la creciente rivalidad con China (en la que México se ve envuelto) y las industrias automotrices y las políticas destinadas a eliminar organismos reguladores por parte de AMLO que Sheinbaum ha impulsado y las reformas al poder judicial que, según Estados Unidos, son primordiales para el T-MEC.
Todos estos puntos no hacen más que reafirmar lo que la exembajadora de México en Estados Unidos (2018-2021) Martha Bárcena mencionó, que el magnate no se tocará el corazón al deportar a migrantes ilegales solo porque son necesarios en la economía estadounidense”, enfatizando que los funcionarios mexicanos están demasiado confiados y optimistas pues “México lo ve desde una lógica económica y Estados Unidos desde la seguridad e identidad cultural”.
Otro de los temas en los que Estados Unidos ha puesto un dedo en el renglón es la toma de medidas en el combate al comercio de sustancias ilícitas, pues la colaboración decayó a mínimos históricos de 2019 a 2021; por su parte Sheinbaum se ve determinada a combatir esta problemática, aunque continúa negándose a dejar que Estados Unidos interceda con sus fuerzas armadas para operar libremente en México.
Por el momento, solo queda ver el rumbo de la disputa entre ambos gobernantes.