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Las agencias de la ONU para migrantes y refugiados han reaccionado con cautela ante la declaración de emergencia nacional en la frontera con México anunciada por el presidente Donald Trump. Esta medida incluye militarización, restricciones para solicitantes de asilo y deportaciones masivas, generando preocupación en la comunidad internacional.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que está analizando las órdenes ejecutivas para evaluar su impacto en la protección de los derechos de los migrantes. Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) también estudia las implicaciones de estas políticas en sus labores humanitarias.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU recordó que la solicitud de asilo es un derecho fundamental y subrayó la responsabilidad de Estados Unidos, como miembro de la comunidad internacional, de garantizarlo.
Las medidas, emitidas como parte de las promesas de campaña de Trump, han generado críticas por su potencial impacto humanitario y por el riesgo de violar normas internacionales. Las agencias de la ONU enfrentan el desafío de adaptar sus acciones para continuar brindando apoyo en un contexto cada vez más restrictivo en la frontera más transitada del mundo.
EFE