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Tras 25 días de haber ingresado al hospital Gemelli por problemas respiratorios, el papa Francisco ha mostrado una nueva mejora en sus condiciones clínicas y sus médicos consideran que no se encuentra en peligro “inminente”, de acuerdo con lo informado por la Santa Sede.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre siguen siendo estables. Las mejoras registradas en los últimos días se han consolidado más, como confirman los exámenes de la sangre y la buena respuesta a la terapia farmacológica”, informó el Vaticano en un comunicado.
Según fuentes vaticanas, los médicos decidieron levantar el pronóstico reservado, lo que quiere decir que el pontífice argentino “no está en inminente peligro por la infección” por la que fue ingresado, una neumonía bilateral. Aun así, apuntan que la salud del papa continúa siendo compleja y su equipo médico se mantiene cauto.
“En consideración de la complejidad de su cuadro clínico y de la importancia de la infección presentada en el momento de su ingreso será necesaria seguir, por más días, con la terapia médica farmacológica en ambiente hospitalario”, sigue la nota.
El pontífice de 88 años permanece hospitalizado desde el pasado 14 de febrero por una neumonía bilateral que durante las últimas semanas le ha causado crisis preocupantes, pero que ahora muestra una “gradual y leve mejoría”, con una “buena” respuesta a la terapia.
Francisco sigue conectado a los ejercicios espirituales de la Curia Romana por videoconferencia y ha continuado con sus oraciones y reposo en su habitación. La Santa Sede también ha confirmado que el papa está al tanto de las inundaciones en su país natal, Argentina, y ha expresado su cercanía a las víctimas.
EFE